martes, 8 de octubre de 2013

INTRODUCCIÓN




“Fuera de matar a tiros a la gente indígena, la manera más segura de matarnos es la de separarnos de nuestro pedazo de Tierra.

Una vez separados o moriremos en nuestros cuerpos, o en nuestras mentes y nuestros espíritus serán alterados de tal manera que acabaremos por imitar maneras extranjeras y le construiremos una prisión extranjera a nuestros espíritus indígenas que sofocan en vez de nutrir como lo hacen nuestros territorios tradicionales de la Tierra. Con el tiempo perderemos nuestra identidad y acabaremos por morir o inválidos mientras sufrimos bajo el nombre de la ‘asimilación en otra sociedad´”.





Testimonio en el World Council of Indigenous Peoples, 1985.

 

Ecuador: Building a Multi-Cultural Nation (Spanish)




INTRODUCCIÓN

La conciencia de respeto a los derechos básicos de los seres humanos viene en el siglo XVIII por el contenido moral de pronunciamiento de aspiración de una sociedad ideal de los estados republicanos, ya que si nacemos iguales deberíamos de ser iguales ante la ley, y el vínculo de las personas con el Estado debe ser la nacionalidad y el ejercicio de ciudadanía que nos da pertenencia a él como nos obliga a la participación y nos demanda una lealtad.
La política de trato igualitario llega a Hispanoamérica desde la fundación en el siglo XIX, desde aquí tratando de uniformizar la cultura y lengua en el Estado de Nación buscando la asimilación de las minorías étnicas a la sociedad dominante y hegemónica. Desde los años sesenta se constata que los pueblos indígenas no cedieron ante la sociedad mayoritaria buscando su reconocimiento como sociedades diferentes.
Las sociedades contemporáneas deben ir hacia un modelo de interrelación y enriquecimiento de todas las culturas, propuesta conocida como sociedad intercultural.

En Ecuador así como en todo el mundo la diversidad étnica es incalculable, su inclusión a la sociedad y reconocimiento de identidad es una voz de reclamo latente, pero que se ha tornado cada vez con mayor fuerza cayendo en acuerdos como la plurinacionalidad que no deja de ser un conflicto que no refleja la realidad de la nación intercultural en la que vivimos.
La política multiculturalista que pretende proteger las culturas indígenas no permite que estas se fortalezcan  con políticas de integración de una sociedad abierta, libre y plural.

Es indudable e indiscutible que el ser humano no puede estar estático y continuará avanzando y desarrollándose, rompiendo con murallas impuestas que antes eran imposibles de romper, pero en este tiempo es cuando debemos poner un alto a la marginación y exclusión de grupos de personas, proporcionándoles las herramientas como son derechos igualitarios que a más de protegerlos les permitan ser parte de la sociedad con el respeto hacia su cultura, modos adquiridos de concebir el mundo, de pensar, de hablar, de expresarse, percibir, comportarse, organizarse socialmente, comunicarse, sentir y valorarse a uno mismo en cuanto individuo y en cuanto a grupo y particularidades étnicas dejándolos crecer con dignidad.

Naturalmente, en muchas partes del mundo los grupos no están motivados por la justicia, sino por el odio y la intolerancia, se aprende a aceptar que las personas actúan según sus propias motivaciones y no según nuestras expectativas; se acepta que las otras personas no sean como se desea, sino como realmente son.

Las Nacionalidades y pueblos indígenas del Ecuador han resistido formas de dominación, explotación y discriminación desde la colonia, durante más de cinco siglos ha presentado el genocidio y etnocidio contra la humanidad, en particular el mundo indígena; hemos sido aniquilado parcialmente, en ABYA-YALA.




La Conformación de Organizaciones indígenas de nuestro país se remonta a 1927, se organizó el sindicato de “El Inca” en Pesillo, Tierra Libre de Muyurcu, en Cayambe, provincia de Pichincha. Estos sindicatos fueron organizados por los Huasipungueros, arrimados y yanaperos, el objetivo principal era terminar con los extremados abusos de los latifundios contra los indígenas; en 1934, se realizó la movilización de la Conferencia de cabecillas Indígenas que buscó  caminos para construir una organización a nivel regional y nacional, pero lamentablemente, en 1937 con la expedición  de la ley de Comunas se puso trabas ante la estructura tradicional del movimiento indígena; en  agosto de 1944, se constituye la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI), con el asesoramiento del partido Comunista y de la Confederación Ecuatoriana de Obreros (CTE). La FEI,  recogió por primera vez en su nombre de sindicatos, comunas y del movimiento indígena, posteriormente quedándose restringido por diferentes formas de abusos de los terratenientes.

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