ANTECEDENTES
En realidad la conquista no constituye un simple
acontecimiento, sino más bien un proceso largo, que ha venido sustentando
un proceso lento de integración
territorial y de construcción de una identidad nacional que todavía no se ha
entendido por completo.
A la llegada de los
conquistadores todos los grupos humanos asentados a los largo de América,
fueron considerados como primitivos, vistos de diferente manera a la vida que
ellos llevaban, ya que de una forma distinta tenían una percepción distinta que
se desarrollaba dentro de una población culta y organizada. Algunas
de estas culturas permanecieron aisladas y fueron desarrollando su propio
estilo en lo que se refiere a su forma de vestir, su expresión artística,
creencias espirituales, etc.
Durante el siglo XVI con el avance del Cristianismo,
muchas de estas culturas perdieron terreno y cedieron frente al incontenible
apogeo de las creencias traídas por los europeos. Es así que se perdieron o
entremezclaron diversas creencias locales con las importadas, que perduran
incluso hasta nuestros días “el sincretismo”. Los españoles impusieron el
Catolicismo a los indígenas, es por ello que aún hoy muchísimas culturas
indígenas profesan la fe católica.
Lo que si es bastante claro es que el Ecuador es un
crisol de grupos humanos que se distinguen por su idioma, vestimenta,
costumbres, conocimientos ancestrales, tradiciones, mitos, etc., que responden
a su propia cosmovisión estrechamente ligada al territorio que los rodea.
Es curioso apuntar que algunas culturas aún están
aisladas y tienen poco o ningún contacto con la civilización occidental, y mantienen
hasta nuestros días la misma forma de vida que tuvieron sus antepasados que
vivieron hace 500 años.
Las sociedades latinoamericanas se han caracterizado por
una herencia común. Desde la colonia, se tipificaron a los seres humanos en
castas, por ejemplo, blancos de españoles, criollos, indios, mestizos, mulatos,
zambos y negros africanos, que luego fueron esclavizados. Esta división de los
seres humanos determinó la diferencia en los modos de producción y reproducción
social, económica y cultural. Los Estados Nacionales independizados retomaron
esta herencia de maneras más sutiles, aunque persisten en forma anquilosada y
reiteradas formas de desigualdad, inequidad social, racismo y discriminación
atentatorias con los supuestos del Buen vivir que rigen el Plan Nacional para
el Buen Vivir 2009-2013 en el Ecuador y el pleno ejercicio de los derechos
humanos fundamentales para todos y todas, sin excepción alguna. Entre los
grupos sociales que han sufrido la desigualdad, sin duda alguna, son los
pueblos y nacionalidades indígenas, junto con la población afro descendiente,
son quienes más vulnerados han visto sus derechos.
Para el cumplimiento de una agenda nacional de derechos
humanos y del “buen vivir”, entendido
como las condiciones de posibilidad donde se reivindica la necesidad de
crear una sociedad inter cultural a la par que se afirma hacia los pueblos y
nacionalidades indígenas, y que todos sus habitantes sean capaces de ejercer
sus libertades, derechos y obligaciones, el Estado tiene la misión de construir políticas nacionales iguales
para todos, pero a su vez se encuentra en la obligación de identificar a aquellos grupos sociales que
tienen especiales dificultades para compartir con los demás en igualdad de condiciones.
La
Constitución de 2008 la cual nos dice que las comunidades,
pueblos, y nacionalidades indígenas, el pueblo, afro ecuatoriano, el pueblo
montubio y las comunas forman parte del Estado ecuatoriano, único e
indivisible, es decir, que pueden mantenerse, desarrollar y fortalecer, libremente
su identidad, sentido de pertenencia, tradiciones ancestrales y formas de
organización social. Además de no ser objeto de racismo y de ninguna forma de
discriminación fundada en su origen, identidad étnica o cultural.
Como dicta la carta magna, todas las nacionalidades y
grupos étnicos podrán mantener la posesión de las tierras y territorios
ancestrales y obtener su adjudicación gratuita y participar en el uso,
usufructo, administración y conservación de los recursos naturales renovables
que se hallen en sus tierras.
Además cabe recalcar que se promueve la conservación,
asimismo promover sus prácticas de
manejo de la biodiversidad y de su entorno natural.
El Estado establecerá y ejecutará programas con la
participación de la comunidad, para asegurar la conservación y utilización
sustentable de la biodiversidad, lo anteriormente expuesto es de suma
importancia para el avance de la diversificación de las actividades económicas,
donde el turismo toma fuerza, la búsqueda de lugares con sitios naturales y
manifestaciones culturales intactas es nuestro potencial para constituirnos en
un destino competitivo.
CARACTERIZACIÓN